martes, 13 de marzo de 2012

Pero, ¿qué están haciendo?


En las últimas semanas, he puesto unos videos en mi blog. Hemos visto a la gente del Basement, a Nino Bernardo y a sus contemporáneos, a otros instructores de su generación, a Wong Shun Leung, Chu Shong Tin y Yip Man y a otros instructores jóvenes.

En muchos de estos videos, hemos visto a gente practicando el chi sao. Ya he explicado que es un juego de improvisación y no una pelea y que lo usamos para mejorar nuestras habilidades y para "hackear" el cerebro de nuestro compañero. Aún así, a veces choca ver un chi sao por primera vez. ¿Qué están haciendo? ¿Por qué tocan los brazos así? ¿Qué están intentando hacer?

La mejor explicación que he visto viene de los años 60. Un tal Bruce Lee estaba en Estados Unidos. Todavía se consideraba un practicante de wing chun. Escribió su opinión sobre el gung fu en general. Se publicaría después de su muerte en un libro llamado El Tao del Gung Fu. Aquí os dejo con mi traducción del principio del capítulo sobre el chi sao:


“El chi sao, lo que se llama el arte de las manos pegajosas, es un método único de entrenamiento del estilo de wing chun del sur de China, que tiene como cabeza el Sr. Yip Man de Hong Kong. En realidad, empecé wing chun con el Sr. Yip. Déjenme decir a modo de prólogo que es casi imposible aprender este método único de cultivar la sensibilidad en los brazos de un libro.
“Para aprender el chi sao bien hace falta un instructor experto que guíe a su estudiante paso por paso y que le proporcione la energía fluida correcta. En las manos de un principiante, el chi sao se puede convertir en un combate de lucha espasmódico. Practicarlo de una manera tan vigorosa solo impedirá la comprensión del ejercicio y un adversario vivo podrá reaccionar al instante a esta energía.
“El chi sao es un ejercicio de energía fluida en él que ponemos nuestras manos en las manos de un adversario y nos olvidamos siguiendo los movimientos de sus manos, dejando nuestra mente libre para hacer contra-ataques sin pensarlos. Cuando nuestro adversario se extiende, nos contraemos; cuando él se contrae, nos extendemos – para que nuestros movimientos se quepan perfectamente dentro de su ataque sin anticipar la acción ni tener prisa, solo siguiendo la fluidez de la energía. Si la energía fluye correctamente de tus manos es como agua fluyendo dentro de una regadera. Si se enciende y se apaga el agua con rapidez, la regadera se mueve de una manera espasmódica. En cambio, nuestra defensa debería seguir su ataque sin interrupción, para que no haya dos movimientos diferentes de ‘ataque’ y de ‘defensa.’ Lo más importante es no intentar controlar el ataque resistiéndolo con la fuerza (física o mental), pero intentando controlarlo siguiéndolo, así no se impone contra la naturaleza. Todo esto está basado en los cambios armoniosos de la teoría de yin/yang. Si planeamos nuestras acciones, estaremos usando la fuerza todavía y no podremos sentir los movimientos del adversario, así no se llega a la comprensión de la aplicación verdadera del yin y del yang.”
En el mismo capítulo, Bruce Lee habla del chi sao de una mano (un ejercicio básico de wing chun) y del chi sao de dos manos (el juego de improvisación ya mencionado). Dice que los dos practicantes deberían considerarse dos mitades de una unidad nuevos. Habla también de la posición del codo, de los golpes y de cómo pensar dentro del juego.
En mi opinión, el actor lo clavó. Sus palabras son muy en línea con lo que enseña Nino Bernardo. En nuestras clases de Madrid y Villalba intentamos entrenar de esta manera.

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